SI, me ha dado tiempo en menos de 3 semanas, de cruzar el charco y
conocer el noroeste de Francia, bien conocido como la Bretaña
francesa. Hace unos años no viajaba con mis padres al extranjero,
esta vez no pudo venir mi hermana mediana, pero si la pequeña, así
que ha sido casi family trip.
Hay
muchas opciones, lo puedes hacer en avión hasta por ejemplo Burdeos,
y ahí alquilarte un coche, lo nuestro ha sido en plan organizado en
bus moviéndonos de una ciudad a otra sin preocuparnos…
El
primer día, dormimos en Burdeos, y ya de allí fuimos avanzando
hacia el norte.
Por
tanto la primera parada real visitando fue Nantes.
Qué
ver en Nantes:
-Castillo
de los duques de Bretaña, que data del siglo XIII.
-Lieu
Unique, el llamado lugar único que albergaba la antigua fábrica de
las gallegtas LU(Príncipe si te suena), su torre es realmente
curiosa en color rojo y azul.
-Plaza
Royal
-Catedral
de Nantes
-El
Passage Pommeraye, es un centro comercial, creado en 1843, se
mantiene tan cuál, a diferentes alturas, y sin duda, si quiere
llevarte algún recuerdo es un buen sitio, ya que no está mal de
precio.
-Isla
de Nantes, con su elefante y su tiovivo. Se trata de una especie de
parque de atracciones dedicado a Julio Verne(ya que nació en esta
ciudad). La entrada cuesta 8 euros, si no quieres entrar, puedes
disfrutar de todos modos de la curiosa animación de su elefante
gigante que va echando agua a los espectadores a través de su
trompa, para aquel que compre la entrada, sí que puede subir al
elefante y disfrutar de su paseo y de sus vistas a 12 metros de
altura. Además se encuentra el carrusel de los mundos marinos, que
es un tiovivo de 3 plantas y 25 metros de altura cuyos asientos son
cangrejos, peces, caballitos de mar… Tienes la tienda dedicada al
parque también que tiene bonitos recuerdos que puedes llevarte.
Comer,
puedes comer en cualquier Créperie, nosotros lo que hicimos fue
comer algo rápido porque la visita a la ciudad era corta y queríamos
aprovechar para verla bien.
Este día, dormiríamos en Rennes, donde pasaríamos dos noches más
y sería el lugar base para movernos durante 3 días.
Plaza Royal y Castillo de los Duques de Bretaña
Nuestro
segundo día consistió en Saint Michel, Saint Malo y Dinan
Fue
un día súper completo y conocimos lugares preciosos.
La
primera parada fue el segundo lugar más visitado de Francia por
detrás de París, el famoso monte Saint Michel. Se trata de
una isla rocosa Para llegar hasta allí,normalmente coches y buses
aparcan en un parking habilitado, y de allí hay una serie de
autobuses lanzadera que son gratuitos, el recorridido dura unos 10
miniutos, bien puedes ir andando, pero se te puede ir más de ,media
hora,o bien, la opción más rústica, que es ir en una carreta
tirada por caballos. Tienes que estar fuerte para llegar hasta
arriba, se accede a través de una serie de callejuelas empinadas,
repleta de tiendas, creperías… su precio es de 10 euros, sin duda
impresiona mucho más desde fuera que desde dentro,y más debe
impresionar con los cambios de mareas. Se trata de pero su visita es
100% recomendable. Aquí dejo una serie de fotos.
Comer
es bastante caro aquí, por lo que nos acercamos a la población
vecina de Saint Malo, que merece mucho la pena, merece la pena
perderse por sus calles, disfrutar de ese aire marinero que inunda
sus calles , ver su catedral dedicada a San Vicente y comer allí.
Tuvimos suerte con el sitio en que caímos, probamos las famosas
galletes, se llama Chez Chantal , son súper rápidos además que
estaban muy ricas.
Callejuela e Iglesia de Saint Malo
De
allí nos desplazamos hasta Dinan. Cuando terminé el día dije, el
sitio que más me ha gustado ha sido Dinan, pero pasados unos días,
me quedaría con todo por igual.
Dinan,
es un precioso pueblo de aire
medieval. Debes perderte en su casco antiguo, tiene 3 km de murallas
que puedes ir bordeando, una gran torre del reloj, la basílica de
San Salvador, y sin duda, lo que más te llama la atención su
entramado de casas de madera que te transportan al medievo. Además
allí probé el helado de violeta, sí soy, de probar sabores raros…
cuando fuimos a los alpes franceses me dio por el de lavanda con
miel.
Un día más, y un día menos de viaje.
A continuación iríamos a Carnac, Auray y Vannes.
De
Carnac, merece la
pena conocer los famosos alineamientos megalíticos situados al norte
del pueblo. Hay un conjunto de más de 3000 menhires dispuestos en
hileras. No se ha llegado a explicar a ciencia cierta su origen, por
un lado se postulan hipótesis astronómicas, por otro cementerio
druida…. Se desconoce, pero merece la pena, es curioso.
Alineaciones de Carnac
A
continuación nos desplazamos a Auray,
muy próximo a Carnac,al igual que Saint Malo, tiene ese aire
marinero, calles empedradas plagadas de flores, su puerto del siglo
XV, que se conserva igual, sus casas medievales, sus capillas, sus
iglesias… Es una buena opción para comer, os recomiendo, si vais,
que lo hagáis en LeYach.
Callejuelas y pastel típico bretón
De
Auray, nos desplazamos a Vannes.
Comenzamos
recorriendo el exterior de la muralla, la Puerta prisión, el
contorno de la muralla está recorrido por unos jardines
impresionantes justo al lado del Castillo de L´Harmine, la puerta
que viene a continuación es la de San Vicente Ferrer, nacido en
Valencia, y muerto en Vannes. Delante justo de la puerta, está la
plaza Gambetta, muy animada con restaurantes, terrazas…
Si atravesamos esta puerta,nos encontraremos las callejuelas
medievales con sus bonitas casas de entramado de madera, también
tiene su catedral dedicada a San Pedro. Merece la pena perderse en
Vannes.
Hasta aquí un día más.
Castillo de L´Harmine
Al
día siguiente haríamos la visita guiada en Rennes.
Merece
la pena , ver el Parlamento, justo al lado del ayuntamiento, su
catedral, la Ópera,pasear por sus calles y ver, como en las otras
ciudades de la Bretaña, sus casas de madera del siglo XVI. Hubo un
incendio en 1720 que acabó con muchas de ellas(sobrevivieron unas
280 de 1000 que había).
Aquí dejo algunas fotos de la ciudad.
Callejuelas con casas medievales típicas
La
Rochelle, ciudad de origen
medieval, te ofrece rincones encantadores, como su puerta de entrada,
el puerto,que está flanqueada por unas torres medievales. Además es
una zona muy animada. Si paseas por la ciudad, te darás cuenta que
cambia ya el aspecto de las casas, en este caso, la mayoría son
fachadas de piedra blanca, la catedral de San Louis, una iglesia
protestante, la puerta del Reloj,todo ello, próximo a su puerto.
Además, aquí son muy famosas las ostras.
Por
último Niort,
llegamos de noche, por lo que apenas pudimos disfrutar de ella.
Cenamos en un restaurante, que se llamaba Plaisirs des sens, lo
recomiendo. Es tranquilo, próximo al centro. Una vez que cenamos,
dimos una vuelta por su centro histórico. De lo más curioso que
vimos fue su zona peatonal.
Llegaba
la hora del final de viaje, y no pudimos tener mejor broche final.
Pude conocer la ciudad de Burdeos,
la conocen como la pequeña París, y la más importante en cuanto a
viñedos, es la ciudad del vino.
Comenzó
la visita con nuestra guía en la plaza más grande de Francia, y una
de las más grandes de Europa, la Plaza de Quinconces, destaca en
ella la columna de los Girondinos, de allí,nos desplazamos hacia la
plaza de la Ópera, , bajamos hacia el famoso Espejo de Agua, que
está en la Plaza de la Bolsa, de la plaza de la Bolsa, a la Plaza
del comercio, y aquí terminó nuestra visita guiada. Como teníamos
un par de horas libres, aprovechamos para comer, la zona de la plaza
del comercio está repleta de restaurantes, yo recomiendo ir a
Edouard, en esta misma plaza, probamos los famosos moules
frites(mejillones con patatas fritas), a continuación nos dirigimos
a la catedral, de la catedral a la calle Santa Catherine, que es el
centro neurálgico de las compras y aprovechamos para hacer las
últimas. Compramos los famosos caneles, que es un dulce tipo
bizcocho de aspecto cilíndrico de bordes estriados,caramelizado y
crujiente por fuera y suave en su interior.
Aquí
adjunto algunas de las fotos en Burdeos
Catedral
Espejo del Agua
Plaza Quinconces y Ópera
Hasta aquí el último viaje en Francia de momento, la tenemos
recorrida de punta a punta en diferentes momentos
Gracias a mi familia, por los buenos ratos, los momentos de risas, por vuestra generosidad y por estar siempre ahí.
Somos una piña enorme
¿Para cuándo el siguiente?














































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